Te llevaba muerto en mis entrañas, Llenabas esa cavidad que rodea mi alma, Acostumbrada estaba a tu existencia, Muy dentro de mí, pesabas en mis pasos, Dolías en mi espalda.

Estaba tan acostumbrada a ti, Que aun muerto me rehusaba a perderte, Siendo consciente que te descomponías Y me necrotizabas los tejidos por dentro, Me negaba a sacarte A arrancarte

Pero hoy, es diferente y a causa del dolor Y la inflamación que no me dejaba respirar, Tome las últimas fuerzas de mis huesos y Te desgarré de mí ser, Como en un doloroso parto, Por fin te saque de mí,

Y ya sin cordón ni arteria que nos una, No tengo más corazón