domingo, 28 de noviembre de 2010


Un profundo miedo agobia hoy mi alma,
un miedo estremecedor, incalculable
incomprensible, inexplicable,
un miedo pavoroso, penetrante
.

Miedo de sentir, miedo de soñar,
miedo de amar, miedo de perder,
miedo de aburrir, miedo de cambiar,
miedo de aprender, miedo de crecer.

Miedo que me impide llorar
incluso cuando mi alma esta a punto de estallar.
Es un miedo tan intenso
que ni siquiera me deja amar.

Como quisiera volver a ser aquella que fui,
caminar sin preocupaciones por la vida,
volver a mis raíces, volver a sentir

volver a soñar, e incluso a vivir.

Pero este miedo interminable, que me apresa,

me condena a esa prisión sin rejas,
a ese dolor ambiguo, intolerable
que se apodero de mi, en aquel instante.

Dejándome sin fuerzas, sin ánimos.
arrebatándome mis sueños, mis esperanzas,
despojándome de lo único añoraba
las ansias de vivir, como yo esperaba

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